Soliloquio del ex poeta
Siempre los mismos libros de mierda: no renuevan nada, siempre
la misma bosta libresca en los estantes: lo mejor es lo primero que
se vende y, obviamente, queda toda la basura que
en un año
ha aumentado el precio 4 veces màs
debido a la maldita inflaciòn
o màs bien, hiperinflaciòn.
En resumen: libros de mierda, siempre la misma bosta, caros
y pèsima atenciòn: libros y revistas tirados por el suelo,
libros viejos humedecidos, amarillentos
y a precios altìsimos
para mis pobres finanzas.
Y encima, para colmo de males,
tener que estar yendo de un lado al otro,
de un castillo al otro, viendo còmo los cargos directivos
son asumidos por incompetentes sin tìtulo alguno
pero, claro, de estar todos los dìas con eso mismo
durante meses, durante años, lustros,
aprenden el burocràtico oficio
mientras yo me la paso
yendo de un lado a otro, al
pepe, al divino
botòn, reverendo
pelotudo, boludo importante.
Y no hay nada que hacerle, debo
esperar aùn años, lustros,
hasta que fenezca la sanciòn
que recibì por hacer boludeces, por
cuestionar al poder: los jefes ponen cara de locos, defienden
su granito, su gota de poder
con
dientes y uñas: mucho les ha costado llegar allì y pronto
se jubilaràn: justamente por eso tomaron el cargo:
para jubilarse como directivos, como supervisores o
inspectores.
Algunos, desafortunadamente, fallecen antes: paros
cardìacos, càncer o alguna dolencia
similar.
Mientras tanto,
debo resignarme a ir
de un castillo al otro
de un colegio
al otro.
Y explicar algunos temas en detalle
de los cuales, en el fondo, no sè absolutamente nada,
desconozco, ignoro
totalmente todo.
"Quien enseña aprende
y viceversa".